GIAMBATTISTA VALLI
FALL/WINTER 2013 HAUTE COUTURE, PARÍS.
Se dice que las ninfas habitan en la Naturaleza: en las arboledas, en los ríos, entre flores, en arroyos y grutas. Son deidades menores pero descienden directamente de Zeus y, por eso, tienen el privilegio de ser convocadas a las reuniones del Olimpo. Las ninfas animan la Naturaleza y lo que más les gusta es cantar y bailar y, según algunos poetas, tienen los cabellos del color del mar. Giambattista Valli quiso presentar a las modelos de su colección de Alta Costura de otoño/invierno 2012-13 como ninfas que acababan de salir de un bosque florido.
Los treinta y seis diseños que Valli presentó tenían un intrincado e híper realista estampado floral; si aceptamos la historia mitológica que asegura que las ninfas moran entre arboledas y flores, las de Valli traían todo ese esplendor natural con ellas. Tanto, que en la boca y el pelo se les habían quedado prendidas mariposas, hojarasca alrededor del cuello, hiedra prendiendo la cintura y fresco musgo cerca de los ojos. Algunas ciertamente tenían los cabellos del color del mar y otras, también, los tonos rojizos de los campos en otoño y verdes de la primavera.
Caminaban como si se hubieran metamorfoseado utilizando elementos naturales para dar corporeidad a su esencia mitológica; como si dando un paseo por el bosque hubieran empezado a emerger de entre las flores, las hojas y el suelo y hubieran confrontado al espectador. La delicadeza y el tono onírico se elevaron al máximo con vestidos y abrigos llenos de volantes que daban vueltas de tuerca a la esencia de Giambattista Valli y se enroscaban alrededor del cuello y por las piernas, como solo la hiedra y las flores tienen la natural habilidad de crecer.
MARTHA HURTADO DE MENDOZA, VOGUE.
"Giambattista Valli quiso presentar a las modelos de su colección de Alta Costura de otoño/invierno 2012-13 como ninfas que acababan de salir de un bosque florido".